La república murió en las provincias
- Reelección indefinida o sucesión dentro de una misma familia.
- Poder Judicial limitado a investigar y condenar ladrones de gallinas (siempre que el acusado no sea amigo del poder).
- Alineamiento sin condiciones con el presidente de turno a cambio de mantener su propio territorio a salvo.
- Ninguno o muy pocos medios de comunicación con posibilidades de expresarse libremente.
- Un selecto e impenetrable club de contratistas del Estado dominado por el gobernador.
- Espionaje policial a opositores para garantizar el chantaje.
- Niveles de pobreza y de fragmentación social congelados y sin posibilidades de recuperación.
- Servicios esenciales, como salud y educación, en permanente precariedad, con excepciones cada vez más escasas de centros con algún nivel de excelencia.
- Escasa actividad privada y abrumadora mayoría de empleados públicos.
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